"Siento estrés..." es una expresión que todos hemos escuchado en algún momento, y lamentablemente en varios espacios de nuestro día a día: estrés por el trabajo, estrés por el transporte público, estrés por mis hijos, estrés por la escuela, estrés por mi relación de pareja, estrés por la contingencia, estrés por el encierro... ¡estrés, estrés y estrés! Todas las personas que te rodean lo han experimentado y estamos seguros que tú también, pero, ¿qué significa que nos sintamos así?
Para empezar, el estrés es la respuesta que tu mente y cuerpo tienen ante las circunstancias que te rodean y te son objeto de tensión, amenaza, preocupación, irritación y malestar; es percibir que se exige de nosotros un rendimiento superior al normal. Se trata de la reacción que surge en ti cuando enfrentas situaciones que te parecen poco favorables, exigentes, demandantes o incluso perjudiciales para ti.
Sin embargo, el estrés sólo es nuestra reacción e interpretación de esos hechos, éste toma en cuenta lo que está pasando a nuestro alrededor, pero también lo que ocurre dentro de cada uno. En palabras sencillas:
no es lo que nos pasa en sí lo que nos estresa,
es la manera que tenemos de pensar sobre eso lo que nos produce tensión.
Pensar así nos lleva a sentirnos alterados continuamente, tender al desequilibrio, al enojo, a la frustración, la ansiedad y a la vez a sentirnos saturados, sobrepasados, agotados por cansancio y sometidos a una presión excesiva. Imagina a un sujeto que continuamente vive en el límite de su capacidad, segregando adrenalina a cada momento, en continuo conflicto, enojo y frustración por las situaciones que está enfrentando.
Es por eso que resulta de gran importancia que aprendamos a manejar y controlar nuestro estrés, quien lo hace día a día puede disfrutar de un estilo de vida saludable, más pleno y más satisfactorio; pero quien no da atención a estas señales, pone en riesgo tanto su salud, tranquilidad y estabilidad, como de las personas que le rodean. Además, el mal manejo de la frustración, la ansiedad y el estrés es una puerta abierta al uso, abuso y adicción a sustancias nocivas para la salud.
Es por eso que en
Clinica Rehabilitación Me siento vivo brindamos ayuda a
hombres y
mujeres que sufren de adicciones como son el
alcoholismo, la
drogadicción y cualquier tipo de dependencia con el objetivo de desintoxicar sus cuerpos y almas, para ser libres del mal manejo del estrés y las emociones y ayudarles a tener una mejor calidad de vida. Así que queremos darte unas recomendaciones sencillas pero fáciles de realizar cada día que te permitan manejar y combatir correctamente el estrés que puedes llegar a sentir.
Reflexiona en lo siguiente:
1. Lo que no puedo controlar. Tienes que ser sincero, hay muchas cosas en tu vida que están fuera de tu control y responsabilidad, que no puedes hacer nada al respecto para cambiarlas o modificarlas. Es por eso que debes dejar de intentar hacerlo, simple pero efectivo. Sólo puedo controlar lo que es mi responsabilidad:
lo que pienso, lo que siento, lo que digo, lo que hago. Nada más. Podría parecer que esto es resignación, pero es reconocimiento. Frente a un evento desafortunado o de gran tensión, piensa en aquello que sí puedes realizar y hazlo, y deja lo que no puedes cambiar.
2. Cambiar la perspectiva. Hablando de cambiar, necesitas hacer unos cuantos ajustes en tu forma de ver las cosas. Imagina por un momento un hermoso atardecer en la playa, te parece maravilloso, pero luego observas una diminuta nube negra en el horizonte y comienzas a pensar: "seguro que va a llover". Toda tu atención la pones en lo negativo y lo difícil y no en el bello paisaje que ahora está frente a ti. Toma un momento y cambia la perspectiva, enfócate en lo que sí está saliendo bien ahora, en lo que has logrado y en lo que va mejorando. Un poco de gratitud ayuda a aliviar y combatir el estrés.
3. Hacer actividad física. Seguro que has escuchado esto antes, pero es que realmente es efectivo. Considera cambiar tu rutina y tus hábitos, poner un poco de disciplina y dedicar un tiempo todos los días a tener actividad física: sea un gimnasio, salir a caminar o correr, pasear a la mascota, realizar ejercicios en casa. Los beneficios serán más notorios cuando hagas ejercicio regularmente. Las personas que se ejercitan con constancia tienen una mayor habilidad para manejar el estrés y la ansiedad. 10 o 30 minutos diarios, lo que logres hacer, pero empieza. Mente sana en cuerpo sano.
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